Teatro cubano de luto: Falleció
Vicente Revuelta
por Yuris Nórido / Cubasi
El teatro cubano ha perdido hoy a uno
de sus mayores protagonistas, a uno de los más grandes creadores de toda su
historia: el actor, director y pedagogo Vicente Revueltas, que falleció en La
Habana a los 82 años.Junto a su hermana Raquel, Vicente marcó una etapa intensa
de la escena nacional: la renovación de los códigos formales y los espectros
temáticos. Fundador del célebre grupo Teatro Estudio, se le considera uno de
los imprescindibles de la vanguardia teatral cubana.Fue director de montajes
antológicos de obras nacionales e internacionales. Y su labor se completó con
un destacado desempeño como pedagogo. De hecho, Vicente estaba considerado como
el más importante maestro del teatro cubano.Comenzó su carrera artística como
cantante, a la edad de 7 años, en un concurso de aficionados en el Teatro Principal
de la Comedia y luego en programas de radio. Como actor realizó su primer papel
en el grupo ADAD en la obra Prohibido suicidarse en primavera, de Alejandro
Casona, en el año 1946.En 1950, como parte del grupo Escénico Libre dirige su
primera obra El recuerdo de Berta, de Tenessee Williams. En 1952 viajó a Europa
a realizar estudios en la escuela Anexa a la compañía de Jean Louis Barralt en
París, en el Taller de Arte Dramático de Tania Balachova. También recibió
clases de pantomima y expresión corporal con Etienne Decroux.Viajó por Italia y
se integró a un curso de verano en la Escuela de Cinematografía de Roma
(Cinecitá). A finales de 1954 regresó a Cuba y se incorporó a la sociedad
cultural Nuestro tiempo, donde ofreció seminarios, conferencias. Con esa
institución, publicó cuatro números de cuadernos de cultura teatral.En 1958
fundó, junto a Raquel, el grupo Teatro Estudio, que significó un salto
cualitativo dentro de la escena cubana. Con el triunfo de la Revolución,
consolidó su trabajo al dirigir decenas de puestas, en las que ocasionalmente
actuaba.Muchas de esos montajes forman parte de la mejor antología de la escena
nacional: Juana de Lorena, Largo viaje de un día hacia la noche, El alma buena
de Se Chuan, Fuenteovejuna, Madre Coraje y sus hijos, La noche de los asesinos,
Santa Juana de América, La duodécima noche, Cuento del zoológico, Galileo
Galilei…Recorrió el mundo con su arte, siempre como exponente del nuevo y más
renovador teatro cubano. Montó espectáculos en varios países y dictó conferencias
en casi todas las naciones latinoamericanas.Como profesor, ofreció cursos y
preparó actores en varios grupos e instituciones culturales. El Instituto
Superior de Arte lo nombró Doctor Honoris Causa en Arte.Vicente Revueltas
recibió junto a Raquel el primer Premio Nacional de Teatro otorgado en Cuba.
Desde 1988, ostentaba la Orden Félix Varela, la más importante que se otorga en
el país a personalidades de la cultura y el pensamiento.
A los 17 años el paradigmático actor,
uno de los más referenciados por la crítica especializada del país, comenzó su
carrera en la tablas con el grupo ADAD en la obra Prohibido suicidarse en
primavera, de Alejandro Casona.Obras de Shaw, Wilder y Saroyan siguieron a esta
primera incursión en la escena, que continuó con su participación en los
elencos de Teatro Universitario, el Patronato del Teatro y Las Máscaras.La voz
humana de Jean Cocteau fue la primera pieza que Revuelta dirigió en los
comienzos de la década de los cincuenta, experiencia que dio paso a la puesta de
Recuerdos de Berta de Tennessee Williams, con el Grupo Escénico Libre.Luego de
trabajar en la radio y la televisión nacionales, Revuelta visitó Europa, donde
se relacionó con la labor del Teatro Nacional Popular en París y con el Taller
de Arte Dramático de Tania Balachova, incursionó en el sistema de Stanislavsky
y entró en contacto con el teatro de Brecht.A su regreso a Cuba en 1954
impartió seminarios y conferencias en la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo, en
la cual fue director de la Sección de Teatro junto a Nora Badía. Cuatro años
más tarde fundó, junto a su hermana, la actriz Raquel Revuelta, el grupo Teatro
Estudio, líder de la vanguardia teatral cubana, proyecto que incluyó una
academia que contribuyó decisivamente a la formación de muchas de las más
destacadas figuras de las tablas cubanas.En la década del 70 protagonizó la
experiencia del grupo Los Doce, que exploró los presupuestos del teatro de
Jerzy Grotowski y las vanguardias teatrales del momento, y desarrolló algunos
otros talleres experimentales.Múltiples fueron los reconocimientos que
resaltaron la labor de Revuelta como actor y director, entre los que llaman la
atención el grado de Doctor Honoris Causa en Artes otorgado por el ISA,
Universidad de las Artes, en el año 2000; el Premio Nacional de Teatro junto
a Raquel (1999); las órdenes Félix Varela (1988) y Alejo Carpentier
(1982); el Tinajón Camagüeyano por la dirección de En el parque (1986); o el
premio Espada de Oro, Bulgaria (1979).A propósito del aniversario 80 de
Revuelta, celebrado el pasado 2009, el actor Roberto Gacio expresó: “Vicente
Revuelta es un artista, un verdadero creador y ciertamente un intelectual.
Cuando estas tres condiciones se conjugan en un actor o actriz, se está
hablando de un paradigma de la actuación dentro del movimiento escénico de un
país”.Por su parte, Corina Mestre le comentó a Marilyn Garbey que “Vicente era
un actor gigante”, y justamente en el homenaje por sus ocho décadas de
existencia, la crítica planteó sobre la labor de Revuelta: “Ese Vicente teatral
que conocí se arriesgaba en cada intento y era lo que más me incitaba a
seguirlo. Su inconformidad desataba mis simpatías por el hombre cuyo
comportamiento cuestionaba a cada instante. Su necesidad de diálogo con los más
jóvenes me lo mostraba desprejuiciado, abierto a la vida. Su capacidad para
cometer errores y admitirlo, lo humanizaba ante mis ojos.Confesar su
aburrimiento lo acercaba más porque esa es una sensación que, con frecuencia,
no puedo evitar. Su inteligencia para analizar el contexto en que vivía me
deslumbraba. Su ironía provocaba mi risa, sin dejar de compadecer a la víctima
del sarcasmo”.Pero quizás, la mejor manera de recordar la vida y obra de quien
contribuyó a revolucionar la escena nacional sea regresando sobre sus
postulados en torno al arte al que dedicara sus energías: “el teatro necesario
es aquel que sea capaz de crear condiciones para la libertad humana devolviendo
la genuina frescura a los espíritus, poniendo a los jugadores (actores y
espectadores) en aptitud de tomar por sí lo útil sin ofuscarlos ni empujarlos
por vías ya marcadas”.
Dirección de Comunicación del ISA
Ayer martes,10 de enero, el Arte Cubano y todos nosotros perdimos a alguien muy valioso. No tuve la suerte de tratar personalmente a Vicente Revuelta, pero sí la fortuna de admirar y emocionarme con su trabajo en muchas oportunidades. Aún retumba en mi memoria aquella frase -Desgraciado el país que necesita de héroes- dicha de manera inmejorable en Galileo Galilei, que fui a ver tres veces seguidas. RESPETO Y LUZ para Vicente.
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