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martes, 24 de enero de 2012


Marina: Comienza a saldarse una asignatura pendiente del cine cubano.

Escrita por Claudia Muñiz y Kiki Álvarez.
Dirigida por Kiki Álvarez

Acabo de ver (en copia pirata, lo siento)  el filme Marina, de Kiki Álvarez.  
Celebro ver al fin una película cubana donde los personajes no hablan constantemente, ver  al fin una película donde las acciones se ven y no se dicen. En Marina, los personajes actúan su vida sin explicar cada paso que dan. No hay perorata inútil.  Así es el cine que no emula las telenovelas y sí a la vida real.
Y la vida real está en Marina, sin afeites.
Podrán objetarle muchas cosas al filme, los viciosos de la televisión, los acostumbrados al parloteo, pero con Marina, el cine cubano dió un paso enorme hacia adelante. Marina propone una dramaturgia  que el cine cubano tenía como asignatura pendiente.  Bravo Kiki, bravo Claudia.



1 comentario:

  1. Gracias Mario, por tu entusiasmo, Marina, es un puente entre mi cine anterior, más reflexivo y ensayistico, y un viaje que he empredido hacia lo real y comienza a buscar sus referencias en la esperiencia de documentales que se definen mejor en las fronteras de la no-ficción, y tratando de invertir el punto de partida, o sea, desde un nucleo ficcional, intentar documentar la experiencia de actores-perosnajes, dentro de una situación dramática y emocional. Jirafas, mi proxima película va más hacia ahí y al contrario de Marina, explora por momentos un parloteo incesante, que tampoco es telenovelero, porque nace de vivencias de los actores, y no apuntan a explicar nada sobre sus vidas, ni sobre la trama en que están situados. Todavía estoy explorando, pero es un camino que promete y que tiene en la experiencia de Casavetes su mejor referencia.

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