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miércoles, 18 de enero de 2012

SOBRE EL TRABAJO DEL ASISTENTE DEL DIRECTOR (2)
Por Mario Crespo

Publicado inicialmente en Cine Cubano. La pupila insomne, lo traigo ahora a mi blog con algunas adiciones y comentarios.


Hay una vieja conseja que reza que si las cosas salen bien en un rodaje, es mérito del director, pero… si resulta un desastre, es culpa de sus colaboradores. Nada más falso. El cine, ya lo sabemos de sobra, es la más colectiva de las artes y si hay éxitos o errores, estos pueden perfectamente repartirse y, cada uno, llevar a casa su pedacito de gloria o de fracaso después de cada día de rodaje.

En mi opinión, quien lleva, después del director, el mayor peso en la organización y preparación creativa de un filme, es el primer asistente del director ( en ocasiones es un director asistente, porque es alguien que tiene experiencia como director de cortos de ficción o documentales o en teatro), puesto que siendo éste quien más tempranamente se incorpora al trabajo con el director y el productor, funge como enlace entre éstos y los otros departamentos artísticos, técnicos y de servicio que se van incorporando paulatinamente al trabajo de pre producción. Si el asistente del director o primer asistente, lo es de verdad, intervendrá representando al director en todo lo referente a la producción, organizando el plan de rodaje junto al productor de campo también el desglose del guión; viendo y supervisando las locaciones y la confección de los vestuarios. Tendrá a su cargo la selección de los extras y figurantes y entre estos últimos, se ocupará de hacer algunas pruebas de actuación para tener unos buenos y creíbles fondos detrás de los actores del filme.

Organizará además los calendarios de pruebas de vestuario y maquillaje de actores y figurantes, si son necesarias para el director, el director de fotografía y director de arte y estará presente en ellas, tomando nota de todo lo que allí se decida, además de medir el tiempo que lleva cada uno de estos procesos para después escalonar los llamados de los actores y organizar un plan diario de filmación que resulte cómodo y eficiente a la vez al director, los actores y el productor.

Ya en el rodaje, es el jefe de escena y controla la disciplina en el set, monta las puestas en escenas de fondo con extras y figurantes en aquellos planos que se requiere movimiento en grandes espacios, sean en interiores o exteriores y tiene a su cargo la entrada y salida de los actores al set para sus turnos en el rodaje. Toma letras a los actores y si el estilo de trabajo del director lo permite, tiene los primeros planos del día listos, avisando de los detalles de su realización a los utileros ambientadores, a los maquinistas, electricistas y camarógrafos.

Muchas otras cosas atiende el asistente del director, tantas, que Germinal Hernández, ( sonidista cubano fallecido)[1] quien además de ser un gran sonidista de estudio y de campo, tenía un proverbial talento para los motes y caricaturas, nos bautizó “resistentes de dirección”
En otras oportunidades, contando algunas anécdotas de mi trabajo como asistente de varios directores, se irá perfilando más este importante oficio del cine, que paradójicamente, casi nunca aparece en las fichas técnicas de las películas.

Es un trabajo que tiene muchas satisfacciones, ya que se aprecia en pantalla tanto como el del director de arte o los diseñadores en general y complementa muy bien el trabajo del director, sobre todo cuando de películas con exteriores y extras se trata.   Por eso no entiendo cómo hoy la mayoría de los jóvenes que aspiran a ser directores, desprecian este oficio y se lo quieren “saltar” empezando como directores bisoños de películas llenas de malos vicios y errores de todo tipo.  De ahí que sea tan difícil encontrar asistentes de dirección y si se les haya, no son muy buenos, pues en muchos casos les falta la ética del oficio, los trucos que todo oficio tiene y que al final ponen al asistente que es buen jefe de escena, buen organizador, en mejores condiciones para dirigir una película con el paso del tiempo. 

Quisiera mencionar a un colaborador y principal cómplice del asistente: el/la anotadora; otro de los “resistentes” del equipo de rodaje, quien debe estar al tanto y llevar la memoria de todo lo que hace el director, el maquillador, los vestuaristas, los ambientadores y los actores y también del asistente del director atendiendo a la continuidad de movimientos en sus puestas en escena de fondos. Este fue un cargo que por criterios sexistas de la vieja industria se otorgaba a las mujeres, al punto que es el único cargo con género definido (script girl ), por considerarse que la mujer es más observadora que el hombre. He conocido continuistas hombres muy eficientes, con una capacidad de observación, memoria y resistencia envidiables.

La anotadora o anotador es el Pepe Grillo, la conciencia buena de todos en el set y como decía antes, la memoria del rodaje. Lo menciono, pues no creo que pueda hablarse del oficio del asistente, sin hablar del o la continuista.

Con el tiempo, el trabajo del asistente del director, se ha ido “tecnificando” gracias al desarrollo de los programas de computación para hacer desgloses y resúmenes estadísticos de los mismos y hasta la organización de los planes de trabajo. Existen varios programas muy útiles como el Movie Magic Scheduling, que además de hacer el desglose, tiene una aplicación que resume y agrupa por colores, los días, las noches, los exteriores de día y de noche, cuenta los personajes principales y los extras, en fin, una maravilla para aliviar el inmenso trabajo de hacerlo. En mi época, todo esto se calculaba a mano, poniendo contando rallas  y ceritos, con una calculadora de mano y con mucha memoria.  Todavía a mi llegada a Venezuela no existían esos software en algunos trabajos como asistente que hice para ganarme los frijoles y aún hoy conozco asistentes y productores muy buenos y de mucho prestigio que prefieren ir por el método viejo y no usan los software. Por mi parte, desde que los descubrí, los manejo y en las películas que he dirigido, exijo que todos tengan ajustados sus datos según un Movie Magic Scheduling. Al final, hasta los más escépticos me lo agradecen, por todo lo que facilita en ahorro de tiempo y esfuerzo, que ya sabemos, en el cine se traduce en dinero.

No obstante, el asistente del director sigue necesitando de mucha resistencia y agilidad física y de pensamiento; imaginación, fuerza de carácter; gusto para la composición y los movimientos de la figuración de acuerdo al ritmo de la escena y también al de los movimientos de cámara y su duración; estar pendiente de las necesidades del director y en comunicación constante con el camarógrafo cuando se prepara una puesta en cámara o durante los ensayos. 
De todo esto iré hablando poco a poco en sucesivas entregas y respondiendo preguntas si las hay, de todos aquellos que deseen probar fuerza y talento en este oficio.

Mario Crespo
Caracas, enero 2012.


[1] Germinal Hernández.  Nació en La Habana el 9 de noviembre de 1944. Empezó a trabajar en el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) en diciembre de 1961 como auxiliar de sonido. En 1964 pasó a trabajar como grabador de sonido. Entre sus trabajos de grabador en documentales, cortometrajes y largometrajes se incluye también doblajes y animados. Grabó, además, la música del Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC durante cinco años y dos años a la orquesta del ICRT. Realizó algunos trabajos para el Noticiero ICAIC Latinoamericano desde el estudio de Prado. Fallece en Ciudad de La Habana el 3 de junio de 2007.Sobre el trabajo del asistente del director 3

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