ROMA y el ensayo sociológico en cine

Vi ROMA de Cuarón y la disfruté como un ensayo fílmico-sociológico fabulado, como aquellos ensayos novelados que aparecieron en el siglo XX (El arco y la lira de O. Paz; El Hombre Mediocre de Ingenieros o Manuela la mexicana de Aida García Alonso) en la literatura de Hispanoamérica.

ROMA es una obra barroca que retrata muy bien a la clase media del último cuarto de siglo XX con sus veleidades de rico; el auge de la emancipación de la mujer; las relaciones con y entre los indígenas; la eclosión de los grupos antimotines como recurso para ahogar las aspiraciones de justicia social que inspiró la ilusionadora revolución cubana ( ya sabemos lo que ha pasado después con toda esa ilusión a la que el chavismo a dado el tiro de gracia) que en la película de Cuarón aparece como recuerdo anacrónico de la matanza de Tlatelolco ( 1968) en la que se persiguió y masacró jóvenes por toda la ciudad.
Cuarón deja volar sus recuerdos de infancia y desde allí, nos entrega un fresco de un momento histórco-social de México con una cuidada fotografía y una narración, como ya dije, barroca en sus descripciones y montaje.
A mí me ha gustado como lo que es y no hay que pedirle que sea otra cosa.