SÍ HAY MUCHO
QUE CELEBRAR HOY POR EL ANIVERSARIO DE NUESTRO CINE.
Para celebrar, me voy a poner del lado de los que trabajan
duro, de los que se esfuerzan para no dejarse ignorar, para que cada año
tengamos nombres de películas y de cineastas que sean destacados por la prensa
nacional e internacional, haciendo notar que este país no es sólo rico en
petróleo sino también en talento e inteligencias.
Puedo celebrar, por ejemplo, los triunfos de
nuestros cineastas en los eventos internacionales con películas realizadas muy
a pesar de todo el desastre económico y el poco apoyo de las instituciones
oficiales. Celebraré el empeño y la capacidad de resiliencia de mis colegas hoy. Celebraré los triunfos internacionales en 2017 de EL INCA, de
@Ignacio Castillo; de LA
FAMILIA de @Gustavo Rondón, de EL AMPARO de @Robert Calzadilla, LA SOLEDAD, de @Jorge
Thielen Armand, los triunfos de muchos cortometrajistas y sus equipos como TISUERE, de Adrián Geyer,
HIJA
DE PUTA , dirigido por @Alexandra Bas, ANFIBIO de @Héctor Silva, GALUS GALUS, animado ( ya
sabemos lo que desangra realizar un animado) dirigido por @Clarissa Duque;
celebro que @Antonio Llerando y Belén Orsini, refrescaran algunas desmemorias
con su excelente CABRUJAS, El país del disimulo; celebro que cineastas se
empeñen y emprendan el difícil arte de
hacer reír en tiempos como éstos con SOLTERAS
INDISPONIBLES de @Carlos Malavé y PAPITA SEGUNDA BASE de @Luis Hueck y la reflexiva sobre la vejez y la soledad MÁS
VIVOS QUE NUNCA, de @Alfredo Anzola, y también los esfuerzos
independientes de LOCOS PELIGROSOS @Eduardo Serrano y Javier Paredes, REDENCIONES,de
@Alonso Vivas y se me escapan tal vez muchos, y hay otras que no voy a
mencionar porque son la mancha con la que algunos pocos van a celebrar hoy, el
borrón negro de la historia, el manejo partidista de los recursos y como
resultado, la corrupción, contra esas vergüenzas contrapongo los triunfos de la
mayoría, que son los que se dejan la piel haciendo cine para que el año que terminó deje en claro que
los gobiernos y los partidos pasan y lo que no pasa ni se olvida es la obra de
arte y los hombres y mujeres que las han realizado.
También puedo celebrar, por
ejemplo, que nuestros jóvenes de las diferentes escuelas de cine creen en el
futuro de este arte y de Venezuela y siguen apostando con sus maestros en sus
aulas por su formación y presentando filmes a festivales y ganando
reconocimientos y destaques.
Voy celebrar que muchos
venezolanos en diferentes latitudes a donde han tenido que desplazarse (sí,
tenemos cuatro millones de desplazados ya, a punto de superar el número de
desplazados que dejó la guerrilla en Colombia) para poder sobrevivir, huyendo
del hambre, la inseguridad, la falta de medicinas; siguen haciendo cine.
Quiero celebrar que aún no han
podido borrar nuestra ley de cine, nuestra porque se consiguió sobre todo por
la lucha y la perseverancia de nuestros gremios; también celebro nuestro
reglamento para la actividad audiovisual que está en vías de perfeccionamiento
constante, nacido desde esa ley y tan blindado que no han podido echarlo atrás.
Celebro, por tanto, que tenemos un gremio fuerte agrupado bajo diferentes
siglas (un punto a resolver) pero fuerte al fin y que defiende nuestro cine de
la voracidad corrupta de algunos dirigentes que malgastan espacios, presupuesto
y recursos materiales en beneficiar a unos pocos desvergonzados que no paran
mientes en desmanes y crímenes de toda naturaleza y se arrodillan aplaudiendo.
En fin, que tengo muchos
motivos de celebración por la obra y vida de nuestro cine.
Celebraré, pero NO QUIERO SER INVITADO a ninguna
fiestecita por los que han secado la economía de este país, los que han
intentado dividir y excluir por razones político-partidarias, por esos que hoy
nos ven como enemigos inventándose consignas de guerra.
Brindo hoy con mis colegas. Los militantes de partido, no
van a empañar mi justificada alegría.
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