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sábado, 20 de julio de 2019

Una íntima convicción. No se la pierdan




UNA  INTIMA CONVICCIÓN. 2018. Francia
Dirección:  Antoine Raimbault
Guión: Isabelle Lazartd, Antoine Raibault y  Karim Dridi.
Música: Grégoire Auger
Fotografía. Pierre Cottereau
Montaje. Jean-Baptiste Beadoin.
Protagonizan: Marina Foïs (El gran baño), Olivier Gourmet (Un pueblo y su rey), Laurent Lucas (Crudo) y Jean Benguigui (Brillantissime)

SINOPSIS
Nora, cocinera de Tolouse, madre soltera, ha sido jurado en el primer juicio a Jacques Viguier, por el presunto asesinato de su esposa. Nora está convencida de la inocencia de Viquier pero además, siente afecto por la hija de éste, a la que ha contratado como repasadora de estudios de su pequeño. Decide así convencer a un abogado muy capaz para que haga la defensa de Viquier en un segundo juicio, pero Nora se involucra a tal punto en ello, que pone en peligro su propia estabilidad y la de su hijo.  



Nora, cocinera de Tolouse, madre soltera, ha sido jurado en el primer juicio a Jacques Viguier, por el presunto asesinato de su esposa. Nora está convencida de la inocencia de Viquier pero además, siente afecto por la hija de éste, a la que ha contratado como repasadora de estudios de su pequeño. Decide así convencer a un abogado muy capaz para que haga la defensa de Viquier en un segundo juicio, pero Nora se involucra a tal punto en ello, que pone en peligro su propia estabilidad y la de su hijo.
UNA INTIMA CONVICCIÓN es un drama judicial de suspense inspirado en hechos reales, opera prima de Antoine Raimbault, quien además interviene como co- autor del guión. Filme alabado por la crítica y el público en Francia, es un excelente ejemplo de cómo insertar un personaje de ficción en unos de esos dramas que nos presentan como “ basado en hechos reales” que por conocida la historia, resultan a veces aburridos. El personaje de Nora ( Marina Foïs) ha sido creado para contar la historia de Jaques Viquier (Laurent Lucas) y su duro transitar durante diez años por los vericuetos de la justicia.
Ya sabemos que uno de los mayores placeres del público que gusta del cine narrativo, es poder adelantarse al final de un suceso, de un acto, incluso poder vaticinar el final: el placer de decir “¡lo sabía!”. Por tanto, un requisito de este tipo de cine es mantener la intriga y que el espectador pueda jugar a coincidir con los autores adelantando trama y quedando atrapado en la butaca. De ahí, que cada vez más seamos tan irritables frente (como nunca antes) a los “spoilers” y que esto sea tratado hoy como un sacrilegio que lleva a la execración.
La intriga se establece desde el principi: ¿quién es Nora, esta mujer tan porfiada?; ¿cuál será la suerte que pueda correr ella, con la cual nos identificamos en su vida modesta de mujer, madre soltera y empleada, muy liberal en su comportamiento? Un personaje maravillosamente interpretado por la Sra. Foïs, actriz con una carrera relativamente corta que comienza a tomar fuerza en 2001 y no precisamente en el género dramático sino en comedias como ¿Pero quién mató a Pamela Rose / 2002. Asterix et Obelix: Mission Cleopatra / 2002; y la recientemente estrenada en España, El Gran Baño/2018.
Los guionistas juegan con la frase “íntima convicción” que alude a un figura jurídica de la justicia francesa que permite al juez emitir un fallo que, “mas allá de la duda razonable,” y a pesar de las pruebas aportadas, no las considere suficientes y por tanto, absuelva o condene. En el filme, la “intima convicción” también pertenece a Nora expresada en su determinación de demostrar la inocencia de Viquier. Pues ella piensa que no está siendo procesado por lo que se suponía que había hecho, sino por lo que a otros les hubiera gustado que hiciera, contribuyendo a armar un caso. En el uso polisémico de la frase “íntima convicción” se centra la intriga por la suerte de la protagonista.
Descontando ya la calidad de las actuaciones, sobre todo el dueto Foïs-Nora/ Gourmet-abogado, apoyados por actuaciones secundarias muy destacadas como las breves apariciones a veces sin palabras de Laurent Lucas en el personaje de Viquier; deseo entonces llamar la atención sobre el montaje y la edición. Destacan en el montaje, la estructura del guion que se une a la edición de Jean-Baptiste Beadoin para contar la historia mediante elipsis y saltos atrás que aparecen de forma rápida, espasmódica contribuyendo al suspense. La utilización de la música y los efectos sonoros sorprenderá también a los espectadores. Es muy claro en todo el metraje del filme que se concedió una gran importancia a una edición muy creativa esperando mucho del trabajo magistral de Beadoin
Posiblemente uno de los mejores dramas judiciales de los últimos años.

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