The Outfit o El Sastre de la Mafia.
Cuando ya uno parece cansado de ver espectáculos cinematográficos casi circenses por las acrobacias de todo tipo en fotografía, cámara y efectos especiales que abarrotan las salas; cuando ya uno piensa que no hay espacios para un cine de pequeño formato y buen gusto, aparece THE OUTFIT (El sastre de la mafia, en español) con actuaciones impecables en el protagónico encargado a Mark Rylance, (Oscar al mejor actor de reparto por El Puente de los Espías, 2015), excelentemente secundado por Johnny Flynn y Zoey Deutch.
Su director, Graham Moore, destacado desde temprano como novelista (El hombre que mató a Sherlock Holmes, New York best Sellers 2010 ) y galardonado guionista de cine. (The Imitation Game, Descifrando Enigma, en España), se estrena en The Outfit como director.
Un thriller de mafia, sin escenas de acción, de apenas cinco millones de dólares en su presupuesto, sin persecuciones ni tiroteos espectaculares, pero que te pega a la silla con un guion sorprendente de un estilo muy teatral, que solo se ve interrumpido por la excelente edición que parte el hilo narrativo en flash back intrigantes o intercalando escenas y situaciones que sucederán más tarde.
Las actuaciones todas, llenas de detalles como de bordado, encerradas en dos espacios pequeños como único escenario en una sastrería en el Chicago de la post guerra. Dicha en tono bajo, los actores hacen alarde (sobre todo Rylance, de una recolección de acciones físicas, tempo en las miradas, que te obligan a echarte adelante, expectante, en la butaca.
Moore, demuestra su inteligencia además al escoger a veteranos como colaboradores y pone al frente de la orquesta nada menos que a Alexandre Desplas ( Oscar por El Gran Hotel Budapest y La forma del agua), que propone un sonido muy en concordancia con la sobriedad de la puesta en escena, sin sobresalir con arranques de tensión, propios del género.
Asimismo, deja las cámaras y las luces en manos de Dick Pope 1947 ( El ilusionista) otro maestro que sabe mantenerse “en la sombra” con sus luces, sin epatar para entregar una imagen elegante que recuerda al cine negro más tradicional.
Sin embargo, en este mundo de redes y plataformas, esta joyita no aparece en ninguna de las plataformas conocidas, por tanto, condenadas a cierto anonimato.
Recomiendo esta finura que es como para querer verla dos veces con la goloseria ante un buen plato.
Trailer aquí: