Vistas de página en total

miércoles, 9 de noviembre de 2022

The Outfit o El Sastre de la Mafia.
Cuando ya uno parece cansado de ver espectáculos cinematográficos casi circenses por las acrobacias de todo tipo en fotografía, cámara y efectos especiales que abarrotan las salas; cuando ya uno piensa que no hay espacios para un cine de pequeño formato y buen gusto, aparece THE OUTFIT (El sastre de la mafia, en español) con actuaciones impecables en el protagónico encargado a Mark Rylance, (Oscar al mejor actor de reparto por El Puente de los Espías, 2015), excelentemente secundado por Johnny Flynn y Zoey Deutch.
Su director, Graham Moore, destacado desde temprano como novelista (El hombre que mató a Sherlock Holmes, New York best Sellers 2010 ) y galardonado guionista de cine. (The Imitation Game, Descifrando Enigma, en España), se estrena en The Outfit como director.
Un thriller de mafia, sin escenas de acción, de apenas cinco millones de dólares en su presupuesto, sin persecuciones ni tiroteos espectaculares, pero que te pega a la silla con un guion sorprendente de un estilo muy teatral, que solo se ve interrumpido por la excelente edición que parte el hilo narrativo en flash back intrigantes o intercalando escenas y situaciones que sucederán más tarde.
Las actuaciones todas, llenas de detalles como de bordado, encerradas en dos espacios pequeños como único escenario en una sastrería en el Chicago de la post guerra. Dicha en tono bajo, los actores hacen alarde (sobre todo Rylance, de una recolección de acciones físicas, tempo en las miradas, que te obligan a echarte adelante, expectante, en la butaca.
Moore, demuestra su inteligencia además al escoger a veteranos como colaboradores y pone al frente de la orquesta nada menos que a Alexandre Desplas ( Oscar por El Gran Hotel Budapest y La forma del agua), que propone un sonido muy en concordancia con la sobriedad de la puesta en escena, sin sobresalir con arranques de tensión, propios del género.
Asimismo, deja las cámaras y las luces en manos de Dick Pope 1947 ( El ilusionista) otro maestro que sabe mantenerse “en la sombra” con sus luces, sin epatar para entregar una imagen elegante que recuerda al cine negro más tradicional.
Sin embargo, en este mundo de redes y plataformas, esta joyita no aparece en ninguna de las plataformas conocidas, por tanto, condenadas a cierto anonimato.
Recomiendo esta finura que es como para querer verla dos veces con la goloseria ante un buen plato.



jueves, 6 de febrero de 2020

Entre Chagall y Hopper, Roy Andersson nos trae SOBRE LO INFINITO.





Entre Chagall y Hopper, Roy Andersson nos trae SOBRE LO INFINITO.

He descubierto a Roy Andersson, gracias al estreno en Madrid su última película SOBRE LO INFINITO realizada en 2019 que se llevó el León de Plata al mejor director en Venecia.   

SOBRE LO INFINITO es un filme sin argumento, compuesto por cuadros vivientes en la que este cineasta tan peculiar se apropia sin ningún reparo ( tal vez también porque hace publicidad) de muchos de los elementos y modos de otras artes, tanto del cine, el teatro, la plástica para entregar una película que hipnotiza con su misterio en una  puesta en cámara muy teatral, de lo que parecen ser recuerdos, flash de la memoria, sueños recurrentes o pesadillas, cosa que subraya la narradora con su frase “leit motiv” que siempre comienza con: “He visto…”    

Este filme, ubicado en la segunda mitad de la década del ´40, momento en que comienza la infancia de Andersson, aunque no es pesimista, lleva una mezcla de añoranza y tristeza del recuerdo de aquellos años de postguerra, de un mundo dividido entre dos grandes potencias en el que la amenaza de una nueva guerra se cernía sobre la sicología de toda Europa con sus heridas físicas y sicológicas provocadas por las bombas y la alteración de las percepciones y los sentidos de los sobrevivientes. Obliga a reflexionar, a sentirnos identificados con cada situación, a reconocernos en ellas y ahí radica el gran valor poético y filosófico que tiene el filme.

En SOBRE LO INFINITO destaca sobre todo el esmero de Anderson en sugerir que estamos frente a una pintura y esto se ve reforzado porque no hay cortes a detalles ni movimientos de cámara.  La quietud dentro del cuadro en un plano general donde los actores realizan muy pocos o ningún movimiento, recuerdan las obras de pintores como Marc Chagall o Edward Hopper en las que la referencia es casi directa.






Escena de SOBRE LO INFINITO
                                 Hotel Room de Hopper


Andersson ha declarado que le interesa mucho el cine de Jacques Tati y se advierte no solo en ese humor velado detrás de situaciones que pueden ser dramáticas y críticas de la sociedad y del modus de los seres humanos,  sino también en lo estético visual, en el tratamiento del color de pálidos pasteles pero sobre todo la precisión milimétrica en la composición y el encuadre en unos escenarios que parecen ilustraciones de revistas.




MI TÍO. Jacques Tati.  1958

Fotograma de Sobre lo Infinito
Sobre la Ciudad de Marc Chagall
La perla de la corona en este juego de referencias visuales, esta vez con la obra de Marc Chagall, la pone la escena que da inicio al filme en el que una pareja abrazada sobrevuela una ciudad desbastada por la guerra. La música que la acompaña, el lento acercamiento de la pareja a primer plano, el lúgubre gris plomo del cielo, ya advierten que estaremos frente a la melancolía y la tristeza de la soledad, el abandono, las preguntas sobre el futuro y sobre la condición humana.

   
Cabe preguntarse al revisar la obra publicitaria de Andersson, qué fue primero, este estilo tan personal llevado al cine o si fue del cine a la publicidad.  Creativo y realizador de sus anuncios publicitarios (líneas aéreas, spray para pintar, agencias de seguros) https://www.youtube.com/watch?v=6_0cDiGaInE
   todas están dentro de ese estilo que vemos en su obra: escenarios y personajes que parecen ilustraciones, colores lavados y sobre todo un gran humor surrealista que generalmente nos arranca una sonrisa o una carcajada.

Los que quieran seguir a este surrealista, filósofo y filántropo del ser humano, empiecen por ver  SOBRE LO INFINITO que ya está en pantalla en España y después háganse el favor de buscar el resto de su obra.

sábado, 20 de julio de 2019

Una íntima convicción. No se la pierdan




UNA  INTIMA CONVICCIÓN. 2018. Francia
Dirección:  Antoine Raimbault
Guión: Isabelle Lazartd, Antoine Raibault y  Karim Dridi.
Música: Grégoire Auger
Fotografía. Pierre Cottereau
Montaje. Jean-Baptiste Beadoin.
Protagonizan: Marina Foïs (El gran baño), Olivier Gourmet (Un pueblo y su rey), Laurent Lucas (Crudo) y Jean Benguigui (Brillantissime)

SINOPSIS
Nora, cocinera de Tolouse, madre soltera, ha sido jurado en el primer juicio a Jacques Viguier, por el presunto asesinato de su esposa. Nora está convencida de la inocencia de Viquier pero además, siente afecto por la hija de éste, a la que ha contratado como repasadora de estudios de su pequeño. Decide así convencer a un abogado muy capaz para que haga la defensa de Viquier en un segundo juicio, pero Nora se involucra a tal punto en ello, que pone en peligro su propia estabilidad y la de su hijo.  



Nora, cocinera de Tolouse, madre soltera, ha sido jurado en el primer juicio a Jacques Viguier, por el presunto asesinato de su esposa. Nora está convencida de la inocencia de Viquier pero además, siente afecto por la hija de éste, a la que ha contratado como repasadora de estudios de su pequeño. Decide así convencer a un abogado muy capaz para que haga la defensa de Viquier en un segundo juicio, pero Nora se involucra a tal punto en ello, que pone en peligro su propia estabilidad y la de su hijo.
UNA INTIMA CONVICCIÓN es un drama judicial de suspense inspirado en hechos reales, opera prima de Antoine Raimbault, quien además interviene como co- autor del guión. Filme alabado por la crítica y el público en Francia, es un excelente ejemplo de cómo insertar un personaje de ficción en unos de esos dramas que nos presentan como “ basado en hechos reales” que por conocida la historia, resultan a veces aburridos. El personaje de Nora ( Marina Foïs) ha sido creado para contar la historia de Jaques Viquier (Laurent Lucas) y su duro transitar durante diez años por los vericuetos de la justicia.
Ya sabemos que uno de los mayores placeres del público que gusta del cine narrativo, es poder adelantarse al final de un suceso, de un acto, incluso poder vaticinar el final: el placer de decir “¡lo sabía!”. Por tanto, un requisito de este tipo de cine es mantener la intriga y que el espectador pueda jugar a coincidir con los autores adelantando trama y quedando atrapado en la butaca. De ahí, que cada vez más seamos tan irritables frente (como nunca antes) a los “spoilers” y que esto sea tratado hoy como un sacrilegio que lleva a la execración.
La intriga se establece desde el principi: ¿quién es Nora, esta mujer tan porfiada?; ¿cuál será la suerte que pueda correr ella, con la cual nos identificamos en su vida modesta de mujer, madre soltera y empleada, muy liberal en su comportamiento? Un personaje maravillosamente interpretado por la Sra. Foïs, actriz con una carrera relativamente corta que comienza a tomar fuerza en 2001 y no precisamente en el género dramático sino en comedias como ¿Pero quién mató a Pamela Rose / 2002. Asterix et Obelix: Mission Cleopatra / 2002; y la recientemente estrenada en España, El Gran Baño/2018.
Los guionistas juegan con la frase “íntima convicción” que alude a un figura jurídica de la justicia francesa que permite al juez emitir un fallo que, “mas allá de la duda razonable,” y a pesar de las pruebas aportadas, no las considere suficientes y por tanto, absuelva o condene. En el filme, la “intima convicción” también pertenece a Nora expresada en su determinación de demostrar la inocencia de Viquier. Pues ella piensa que no está siendo procesado por lo que se suponía que había hecho, sino por lo que a otros les hubiera gustado que hiciera, contribuyendo a armar un caso. En el uso polisémico de la frase “íntima convicción” se centra la intriga por la suerte de la protagonista.
Descontando ya la calidad de las actuaciones, sobre todo el dueto Foïs-Nora/ Gourmet-abogado, apoyados por actuaciones secundarias muy destacadas como las breves apariciones a veces sin palabras de Laurent Lucas en el personaje de Viquier; deseo entonces llamar la atención sobre el montaje y la edición. Destacan en el montaje, la estructura del guion que se une a la edición de Jean-Baptiste Beadoin para contar la historia mediante elipsis y saltos atrás que aparecen de forma rápida, espasmódica contribuyendo al suspense. La utilización de la música y los efectos sonoros sorprenderá también a los espectadores. Es muy claro en todo el metraje del filme que se concedió una gran importancia a una edición muy creativa esperando mucho del trabajo magistral de Beadoin
Posiblemente uno de los mejores dramas judiciales de los últimos años.